El loro grosero
Bruno recibió un loro el día de su cumpleaños; era un loro adulto, con una muy mala actitud y vocabulario.
Cada palabra que decía estaba adornada por alguna grosería, así como siempre, de muy mal genio.
Bruno trató, desde el primer día, de corregir la actitud del loro, diciéndole palabras bondadosas y con mucha educación, lo hacía escuchar música clásica y siempre lo trataba con mucho cariño.
Llegó un día en que Bruno perdió la paciencia y gritó al loro, el cual se puso más grosero aún, hasta que en un momento de desesperación, Bruno puso al loro en el congelador.
Por un par de minutos aún pudo escuchar los gritos del loro y el revuelo que causaba en el compartimento, hasta que de pronto, todo fue silencio.
Luego de un rato, Bruno arrepentido y temeroso de haber matado al loro, rápidamente abrió la puerta del congelador. El loro salió y con mucha calma dio un paso al hombro de Bruno y dijo:
– “Siento mucho haberte ofendido con mi lenguaje y actitud, te pido me disculpes y te prometo que en el futuro mi comportamiento será distinto”.
Bruno estaba muy sorprendido del tremendo cambio en la actitud del loro y estaba a punto de preguntarle qué es lo que lo había hecho cambiar de esa manera, cuando el loro continuó:
– ¿Te puedo preguntar una cosa?…
– Sí… ¡¡Cómo no!!, -contestó Bruno
– ¿Qué fue lo que hizo la gallina?
Chistes de animales
- El loro grosero
- El gusano político
- Renovando el gallinero
- Toro cansado de sus cuernos
- Me he sentido muy deprimido
- Señora quería comprar un loro