Sacerdote confiesa a joven mujer
– Pues verá padre, me acuso de que… bueno, es que mi prometido es un hijo de p#t@ y el otro día…
El Sacerdote la interrumpe y dice:
– ¡Pero niña ! ¿Por qué llamas hijo de p#t@ a tu prometido?
¿Qué ha pasado?
– Pues es que el otro día me cogió la mano.
El sacerdote la coge la mano y la dice:
– Pero mira, yo también te cojo la mano y no soy ningún hijo de p#t@.
– Si, bueno… pero es que mi prometido después me tocó los pechos.
El sacerdote la toca los pechos y le dice:
– Mira, yo te estoy tocando los pechos pero no soy un hijo de p#t@.
– Sí, pero es que mi prometido además me hizo el amor.
El sacerdote hace lo propio y luego le dice:
– Pues mira, yo también te he hecho el amor y no soy ningún hijo de p#t@.
– Sí, pero es que mi prometido tiene SIDA.
– !!!Que hijo de p#t@!!!, dijo el sacerdote- Jajajajaja
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